sábado, 30 de octubre de 2010

Connotaciones

Una narración, es una representación del tiempo. El tiempo de las acciones es representada en una narración que también opera en el tiempo. Para entender mejor, tenemos dos niveles de tiempo, un nivel de significante, el tiempo de la narración, y un nivel de significado, el tiempo “original” de las acciones representadas.


En el cine, la imagen habla por ella misma, no necesita ser hablada. Ahora bien, con frecuencia la narración tiene la opción de echar  mano de un narrador, suele ser una “voz en off”, es decir una voz que no procede de un protagonista de la acción representada.
En un sentido más amplio, puede decirse que todo film construye un narrador implícito, que es el punto de vista desde donde se percibe la acción.




En el cine del ruso Sergei Einsenstein, por ejemplo, los agentes de la acción no son individuos sino colectividades. En ciertos cineastas franceses de la nouvelle vague, la objetividad de la imagen es siempre una ilusión, determinada por deseos e intereses. En el cine de algunos directores italianos, se explora la discontinuidad irremontable entre acciones y motivaciones individuales.

No todo el cine es narrativo. Desde los Lumière, nos encontramos un afán de documentar la realidad, de asumirla en su dimensión referencial sin emprender el camino de la ficción, y de hablar sobre ella por medios distintos a los de la narración.
Así se ha ido formando el cine documental, que es más un cine no-ficcional, que un cine no-narrativo, porque siempre resulta difícil escapar totalmente de la narración.



El cine documental vendría a ser como el equivalente al ensayo del universo literario. Es un género abierto que permite interacciones con otras formas de organizar el discurso: el reportaje periodístico, el argumento ideológico y otras formas narrativas.
La narración es el ingrediente fundamental de todos los elementos de una producción de video. La narración proporciona continuidad, estructura y, sobre todo, información vital. Sirve de guía para la audiencia y es una herramienta de organización para el productor. La narración puede clarificar, embellecer y reforzar la información que queremos mostrar, pero si no lo hacemos bien, también puede dormir al público.



Las técnicas  narrativas están al servicio del relato elaborado por un narrador
Dentro de las técnicas poéticas, la distinción entre narración y drama parte de Platón y Aristóteles. Para este ultimo hay dos modos de re-presentar la realidad:
Con los mismos medios es posible imitar las mismas cosas, unas veces narrándolas (ya convirtiéndose hasta cierto punto en otro , como hace Homero, ya como uno mismo y sin cambiar), o bien presentando a todos los imitados como operantes y actuantes.

Tal como recuerda Genette, esta distinción  aristotélica resurge a fines del siglo XIX, en la distinción entre showing y telling, formulada por Henry James y sus discípulos, que se convierte en principio orientador de la narrativa novelesca anglosajona.


De la distinción aristotélica puede seguirse que la diferencia entre técnicas narrativas y dramáticas es que estas ultimas tratan de imitar la realidad, con ausencia- al menos aparente- de un discurso centralizado, que sirva de mediador entre la realidad y el público. En este caso los personajes actúan directamente, como en la misma realidad.  Sin embargo,  tal como señala con acierto Muñoz Torres  narración y drama tienen en realidad una instancia enunciadora, que en un caso es visible y en otro no. Sin embargo en el drama, el espectador tiende a olvidar que alguien ha seleccionado previamente los hechos que se le presentan.


En los documentales se utiliza una peculiar combinación de formas narrativas y formas dramáticas que tienen por objeto presentar ante el espectador una imagen verosímil de la realidad. Los recursos narrativos, dramáticos y argumentativos que se utilizan, tienen por objeto conseguir que el espectador se interese por aquello que se le esa contando y lo entienda. Por eso, algunas de las técnicas utilizadas tiene como sustrato común el intento de tratar de acercar los hechos e ideas que se comunican hasta la esfera de interés del espectador. 

Narración escrita



Lo primero y principal es que el narrador cuente con un buen texto. Debe hacerse a la idea de que es posible que tenga que escribir hasta veinte borradores. La prueba de calidad de cualquier texto escrito es leerlo en voz alta ante un grupo de oyentes y ver cómo reacciona.
Los fallos más frecuentes en la narración son:

1. El uso de la voz pasiva (mediante la cual el sujeto pasa a ser receptor de la acción)
2. Las frases grandilocuentes, las frases hechas
3. Las frases excesivamente largas.
4. La sintaxis propia de la literatura o el discurso literario.
5. La jerga u otro tipo de lenguaje innecesario que se emplea para causar impresión.
6. El exceso de información, porque le quita tiempo a la audiencia para imaginar
7. Descripción de lo que es evidente.
8. El humor condescendiente y las voces fingidas o forzadas.

La buena narración emplea:

9. El lenguaje directo y sencillo que usa la gente cuando habla.
10. El término exacto para cada cosa.
11. Un lenguaje fresco.
12. El número mínimo de palabras.
13. Un lenguaje equilibrado y con fuerza para el oído de quien escucha.
14. Utilización de la voz activa, directa.

Información Adicional

Al leer un texto narrativo, hemos de tener presente que existe un “alguien” que nos está relatando la historia y este “alguien” asume una perspectiva o punto de vista al momento de transmitir la información o contar lo que va sucediendo.

Esta labor es asumida por el narrador, quien posee una posición específica y va contando los diferentes hechos que se desarrollan, desde una focalización determinada. Esto quiere decir que el narrador asume un grado de restricción de la información que da, sea que la entrega totalmente o se limita.
El autor utiliza dentro de la narración escrita procedimientos como:

La descripción para dar más viveza a lo narrado.

El dialogo para hacer hablar a los personajes.

La exposición para presentar alguna idea o dar alguna información.

El monólogo para presentarnos los pensamientos y reflexiones de un personaje que habla consigo mismo, en primera persona.